miércoles, 21 de julio de 2010

techo...

desde el año pasado que lo vi en la U y por las calles me llamó la atención y con unas amigas dijimos "vamos", pero nunca lo cumplimos.
Hasta este año que se volvió una realidad, iba un poco en blanco solo con la idea de ir a ayudar.

Me costó mucho convencer a mis papás para que me dieran permiso y al final accedieron.
Ese fin de semana espero que sea el primero de muchos que nunca olvidaré que me marcan y marcarán.

Las "incomodidades" que se pasan no se comparan con lo gratificante de esto.

La primer noche me sentí bien, pero hacía falta algo, y conversando con alguien le comentaba que quería conocer más a mi familia, saber en serio su realidad y aprender de ella. Y así fue....
Conocí a doña Clarita un poco más el segundo día, se puso a contarme de su vida y algunas penas y fue tan duro escucharlo, porque no es lo mismo que una tercera persona te lo cuenta a oírlo de la misma persona es increíble.

Pasamos 2 días construyendo este hogar para esta linda y de buen corazón familia. Realmente no lo podía creer, que rápida fue la construcción y el hecho de construirle a alguien su sueño, poder ayudar, es tan grato.

A la hora de despedirnos sentí un total nudo en la garganta, es que en serio fueron tan lindos, personas que lo dan todo por uno, siempre pendientes por que estuviéramos bien, el decir "los vamos a extrañar" y saber que son palabras que vienen del corazón, Wow. El ver lágrimas en los ojos de estas personas que no creían que se fuera a hacer realidad y al final entregarles la casa.

Pude aprender TANTO en estas horas y no solo de construcción un poquito, sino cosas que llevaré por siempre en mi corazón.

Que bueno que existan instituciones como estas que se comprometan con las personas que en serio lo necesitan y que existan otros jóvenes poco yo que tengan la inquietud de ayudar.

:D

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