era el amanecer de una mañana lluviosa,
había frío, estaba nublado
ella se levantó, tenía mucho que hacer

Dulcemente antes de retirarse le dio un beso de adiós
imaginando que él le diría que no se fuera
o que se regresara por la noche

pero no pasó...

se colocó los zapatos, caminó lentamente hacía él, deslizó su dedo sobre sus labios
él estaba boca abajo, las sabanas eran lisas, finas, y estaban frías

se acercó
le dio el beso y el le dijo:
"que bueno que te marchas, pensé que nunca te irías,
pensé que la iba a pasar mejor contigo,
pero no sentí nada,
pensé que iba a sentir un click, pero no pasó"

Luisa se sentí tan mal,
había pensado que él era el amor de su vida
estaba destrozada.

Ella si había sentido el "click",
la magia
pensaba que serían en uno para el otro

pero no era así.

Solo se marchó,
tomó la botella de tequila, que estaba en la sala,
estaba un poco llena
prendió un cigarro y se marchó

esa noche, la llamó un amigo para que salieron por unos tragos
ella aceptó, luego de unas copas cuando comenzó a sentirse mareada
le dijo que debía retirarse

no quería repetir lo de la noche anterior
ella no marchaba a la casa de cualquier amigo